viernes, 1 de enero de 2016

Antonio López de Santa Anna, Personaje de Controversia de la Historia

La figura de Antonio López de Santa Anna en la historia de México, ha sido muy controvertida. Cuando se habla de historia, siempre se juzga a los personajes por el resultado final de sus actos, así desafortunadamente hemos divido a los seres humanos que pudieron trascender de alguna u otra manera, como héroes o como traidores. Es una forma muy subjetiva de tratarlos, y por ello, hablar de un personaje como éste es muy importante. Hay que preguntarnos cómo siendo tan despótico pudo lograr estar varias veces en el poder. Santa Anna puede entenderse como un personaje de gran carisma, personalidad imponente y sobre todo, algo que no se comenta nunca, un compromiso que asumió moralmente con México, en la lucha con Estados Unidos, aunque finalmente no hubiera tenido los recursos materiales ni estratégicos para vencer.

Antonio de Papua María Severino López de Santa Anna y Pérez Lebrón, es el nombre completo del personaje que nació en 1794 en el Estado de Veracruz. Desde joven ingresó a la carrera militar la cual era de las más prestigiadas en ese tiempo, precisamente por el contexto que vivía el país; había una lucha constante por ordenarlo políticamente y una de las formas de hacerlo, era la conquista del enemigo a través de las armas. Mucho tiempo estuvo sirviendo como militar ahí en su estado natal, luego en 1821, cuando estaba en su pleno apogeo la lucha entre españoles y criollos, peleó con José Joaquín de Herrera, quien era uno de los principales hombres que querían llevar a cabo el Plan de Iguala.

Para ubicarnos un poco en este tiempo histórico, debemos recordar que en la Independencia, lo que se buscaba en primer lugar era lograr un gobierno nacional independiente, y que todas las influencias externas desaparecieran. En este momento no había intereses todavía personales, porque lo que se buscaba era unificar al país en este proceso. Uno de los militares que sobresalió fue Iturbide, que después de haber luchado contra los españoles, él mismo se nombra emperador y entonces Santa Anna empieza a separarse de él, después de que había seguido su carrera militar y política.

En 1822 luchará contra Iturbide junto con Guadalupe Victoria con quien pone en marcha el Plan de Casa Mata que le derrocaría. En 1826 se encuentra al servicio de Vicente Guerrero, quien se enfrenta con Manuel Gómez Pedraza en las elecciones por la presidencia, mismas que se declaran nulas tras lo cual Guerrero se asume como presidente. Después de este triunfo Santa Anna se va a su hacienda llamada Manga de Clavo. Sin embargo, será en este momento cuando empieza verdaderamente su carrera política, ya que era muy común que un general con tales triunfos militares fuese reconocido públicamente, lo que le lleva a ser propuesto a la Presidencia. Abandonará la Presidencia en 1833 argumentando una enfermedad, en su lugar fungirá como Presidente Valentín Gómez Farias. A su regreso a la presidencia, tuvo que resolver muchos conflictos, entre los que están la mala relación con Estados Unidos por sus intereses territoriales, la economía devastada de un país que además, tenía pocos ingresos y muchos egresos por la guerra.

En la pugna entre liberales y conservadores, éstos últimos veían en la figura de Santa Anna una gran posibilidad, pues lo llamaron para formar un gobierno centralista, ya que él mismo iba de una tendencia política a otra, y esta vez, lo llamaron para sacarlo del destierro al que lo enviaron los liberales.

En 1838 también intervino en la guerra de los pasteles, cuando Francia buscaba un pretexto para intervenir a México. En otra acción en Veracruz, precisamente contra el ejército francés, cuando éste finalmente llegó para atacar el país, perdió una pierna con una granada, y esto para sus seguidores fue el reflejo de su papel heroico. En este tiempo se llevó a cabo la guerra de México con los Estados Unidos, en la que desempeñó un papel militar muy cuestionado, pues no pudo organizar eficazmente las tropas y se le acusó de haber ocasionado la derrota.

Para México no fue posible organizar la defensa. Se carecía de un verdadero ejército, de armas y de dinero. Los norteamericanos, que bloqueaban la costa, dejaron pasara Santa Anna, procedente de Cuba, donde había estado desterrado, seguros de poder comprar al General. Santa Anna trató de conseguir fondos, reunir hombres y comprar armas, pero sin resultado, debiendo retirar a sus tropas. La derrota originó también su renuncia a la presidencia, aunque trató de organizar la resistencia, lo que tampoco logró ya con el ejército y los grupos políticos opuestos a él, lo que culminó con la firma el documento Guadalupe Hidalgo el 2 de febrero de 1848, un tratado de paz, amistad y límites entre México y Estados Unidos, donde se reconocía la pérdida de Texas y la Alta California; además la línea divisoria afectó los estados de Tamaulipas y Sonora y el territorio de la Baja California.

La pregunta final, es si puede juzgarse a un personaje de forma parcial, por la pérdida de territorio en medio de un contexto de total adversidad no sólo para defender al país, sino bajo el cual había una rebelión y organización de los grupos de civiles que deseaban la independencia de Texas del territorio nacional.

En 1855 terminó su último período en la presidencia cuando Juan Álvarez o derrocó a través del plan de Ayutla. Santa Anna huyó al extranjero; en 1862 regresó a México, pero el liderazgo de Benito Juárez impidió su retorno. Murió en 21 de junio de 1876.

La figura de Santa Anna es importante en medio de un contexto histórico caótico, ya que el México independiente no fue ajeno a intereses internacionales, especialmente en el ámbito territorial. Respecto al episodio más dramático y que le señaló históricamente, que fue la pérdida de gran parte del territorio Mexicano, es relevante reconocer las circunstancias que existían para llegar a esa nefasta conclusión para el país.

La pérdida del territorio no fue un episodio fortuito auspiciado por la voluntad de Santa Anna, sino el resultado de una serie de factores como el interés de los propios colonos texanos por dejar de pertenecer a México, un movimiento de rebelión de éstos apoyado por el gobierno norteamericano, con la finalidad de provocar una guerra que concretara la adhesión del territorio.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.

Agustin de Iturbide

Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu nació el 27 de septiembre de 1783 en Valladolid, Michoacán, ahora Morelia. Su infancia fue privilegiada, hijo de un rico español de nombre Joaquín de Iturbide y la michoacana María Josefa de Arámburu. Estudió en el seminario de su ciudad natal y luego formó parte del ejército virreinal. En 1805 se casó con la noble Doña Ana María Josefa de Huarte y Muñiz, nieta del Marqués de Altamira.

Miguel Hidalgo y Costilla lo invitó a participar en el movimiento independentista en 1810, pero Iturbide rechazó esta invitación y se puso a las órdenes del virrey, al mando de las fuerzas realistas, y se dedicó a combatir a los instigadores insurgentes José María Morelos y Vicente Guerrero. En 1811 combatió en el sur del país contra las guerrillas independentistas de Albino García (a quien capturó en 1812) y de Ignacio López Rayón, derrotándolo en el Puente de Salvatierra en 1813. Continuó combatiendo contra los independentistas como comandante general de la provincia de Guanajuato.

En 1815 derrotó a José María Morelos pero fue vencido por Ignacio López Rayón. Las denuncias acumuladas en su contra, sumadas a nuevas protestas de los comerciantes de Guanajuato, llevaron al Virrey a destituirlo en 1816, acusado de malversación de fondos y abuso de autoridad, aunque fue absuelto por mediación del auditor de guerra real.

Cuando Iturbide notó que los insurgentes estaban ganando a favor de su causa, se declaró amigo de Vicente Guerrero en el famoso “Abrazo de Acatempan” y ambos firmaron el Plan de Iguala en 1821 y en septiembre de ese mismo año, se declaró la Independencia de México con Agustín de Iturbide electo como presidente,

El 18 de mayo sucedió un motín del regimiento de Celaya, exigiendo que Iturbide fuera emperador y otras guarniciones se unieron a la sublevación. En respuesta, el 21 de julio de 1822, Iturbide fue coronado con el nombre de Agustín I, Emperador de México. Sin embargo, republicanos y liberales seguían luchando por sus ideales y no aceptaron esta imposición. Combatieron al recién coronado emperador y lo forzaron a reunir al mismo Congreso que había disuelto antes y abdicar ante él, el 19 de marzo de 1823.

Iturbide partió a Europa con su familia, donde se estableció primero en Italia y luego en Inglaterra. Los partidarios de Agustín de Iturbide y del imperio siguieron en su empeño y regresó a México con la intención de volverse a coronar, sin saber que el Congreso lo había declarado culpable del delito de traición a la Patria y convocaba a su inmediato arresto si pisaba de nuevo suelo mexicano.

Desembarcó el 14 de julio en Soto la Marina, donde fue aprehendido y condenado a muerte sin juicio previo, fusilado el 19 de julio de 1824. Sus últimas palabras fueron "Mexicanos, ¡muero gustoso porque muero entre vosotros!". Sus restos fueron enterrados con honores en la Catedral Metropolitana, donde permanecen hasta ahora, exhibidos en una urna de cristal.

Su único nieto, Agustín de Iturbide y Green, nacido en Washington en 1863, fue adoptado por Maximiliano I como heredero del trono y expulsado de México por Porfirio Diaz.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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5 de febrero Conmemoración de la Promulgación de la Constitución

Constitución de 1917, es el resultado de un largo proceso histórico iniciado aún antes de la propia revolución Mexicana. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reformó a la de 1857. Contenía además el espíritu de otros documentos como el Plan de Guadalupe de 1913, que fueron resultado de la lucha armada. El Congreso Constituyente reunido en la Ciudad de Querétaro el 1º de diciembre de 1916, encabezado por el Jefe del Ejército Constitucionalista, y encargado del Poder Ejecutivo, Venustiano Carranza, promulgó la Carta Magna que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 5 de febrero de 1917.

En México, nuestra Constitución ha sido un ejemplo de una continua evolución de principios, en donde poco a poco se fue enriqueciendo gracias a los movimientos liberales y reformadores que la historia ha dado. En ellos surgió como principal interés el orden público, y el servicio de las instituciones al pueblo. Esto es, las instituciones que están destinadas a cumplir los ordenamientos de la constitución, tienen como papel esencial, el bienestar del ciudadano.

La Constitución Mexicana es un documento que regula la vida política del país a partir del reconocimiento de garantías individuales y derechos fundamentales que el Estado debe salvaguardar. Al mismo tiempo, establece una forma de organización de las instituciones que tienen a su cargo la promoción del desarrollo del país en todas sus áreas, y ordena respecto de la división de los poderes para que haya una estructura jerárquica que permita el equilibrio en las decisiones que se toman para el país.

La Constitución de 1917, contiene en sí a las anteriores constituciones, pero con la diferencia de que son principios fundamentales, el respeto a la soberanía y a los derechos de individuales. El hombre además de ser libre en su propio país, debe de gozar de servicios otorgados por el Estado, de la justicia que le toca a éste impartir, y del respeto de los servidores públicos, quienes también son elegidos por él a través del voto, sin imposición de ningún tipo.

El apartado representativo de los derechos sociales que fueron reconocidos por el Constituyente de 1916, es el Capítulo I, el cual se refiere a las Garantías Individuales, que son derechos irrevocables en cualquier ciudadano mexicano, excepto en los casos que la Constitución establece. En este documento queda expresamente prohibida la esclavitud, la discriminación por cualquier causa o condición. Se reconoce además, la indivisibilidad de la nación, y el derecho de los pueblos indígenas a su autodeterminación y autonomía.
La Constitución también reconoce el derecho del ciudadano a recibir de forma gratuita la educación básica obligatoria y a que ésta deba ser laica. Existe en ella un derecho de igualdad de género, ya que el varón y la mujer son considerados iguales ante la ley.

La Carta Magna entre otras libertades reconoce la de trabajar en actividades lícitas, a la manifestación de ideas, y por lo tanto, la libertad de escribir y publicar escritos. En ella también se inscribe el derecho de petición, el de asociarse o reunirse pacíficamente.

La Constitución en sus 136 artículos, recoge los derechos económicos, políticos y sociales que el Estado debe garantizar a sus ciudadanos, la forma de organización política, todo ellos resultado de luchas ideológicas y armadas en la búsqueda de una nación independiente y justa, todavía inacabada, que el 5 de febrero conmemora el acontecimiento político más importante del siglo XX, que simboliza el fin de la Revolución Mexicana.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.

16 de Septiembre, día de la Independencia Mexicana

Independencia de México es el resultado de diversas condiciones sociales que experimentó la Nueva España y que se conjugan al iniciar el siglo XIX. Los Criollos habían logrado escalar puestos administrativos, políticos y militares, pero por su condición, seguían siendo limitados ya que los mayores cargos estaban destinados sólo a los Españoles. Esta diferenciación fue ocasionando su descontento, conformando la ideología liberal, que defendía el derecho a ocupar la cúspide de los puestos públicos, de recibir al igual que los Españoles determinados privilegios que les habían sido negados. Es por eso que los precursores de la Independencia se identificaron además con las necesidades de los Indios y decidieron unificar sus fuerzas, puesto que no precisamente defendían sólo la libertad de la esclavitud indígena, sino que buscaban también intereses particulares de gobierno.

La Independencia llegó a México primero en la conciencia de los intelectuales mexicanos que habían recibido influencia de los libros de la Ilustración Francesa, y que además, eran traducidos por frailes de órdenes como los jesuitas, quienes son responsables de las traducciones de libros de gran importancia para el desarrollo de las ideas de libertad en América. Las ideas de un estado representativo, de la justicia y el compromiso con el Ciudadano, pronto penetraron en el mundo colonial.

Los movimientos de independencia al principio fueron pequeñas rebeliones aisladas que no pasaron a mayores, no poseían armas, más que sus machetes y palos, además de que no se tenía claro un movimiento independiente, sino eran en forma de protesta.

Al mismo tiempo, desde España había una enorme presión para explotar y mantener el dominio de los productos que la Nueva España enviaba a Europa, poco a poco se fueron quitando concesiones a los campesinos como obtener un porcentaje de lo que obtenían de las minas o de los campos. La crisis de España que originaba la presión para sus colonias tenía como origen el dominio de Napoleón en la región, lo que le dio la oportunidad a las colonias españolas de buscar en ese momento de ruptura su propia libertad.

Los criollos ilustrados, que están además integrados por representantes de la Iglesia como Miguel Hidalgo, comienzan un plan que ahora conocemos como la Conspiración de Querétaro, pero que al ser descubierto acelera el inicio de la lucha y la toma del poder por parte de los criollos. Miguel Hidalgo decidió la noche del 15 de septiembre, en la villa de Dolores, de la que era párroco, llamar en su auxilio a todo el pueblo, liberar a los presos tomar las armas de la pequeña guarnición local.

El movimiento se tendrá que replegar a veces y reorganizarse, tomar e incluir más tropas surgidas de los pueblos. En el camino Hidalgo va a proclamar varios decretos como la suspensión de los tributos, la abolición de la esclavitud, y la confiscación de los bienes de los españoles, así como ordena la restitución de las tierras a los campesinos.

Morelos será otro personaje que aportará grandes ideas al movimiento. Morelos es el cerebro del movimiento, él tomó la determinación de integrar un gobierno de mayor vigor que el que ya se había establecido por medio de una Junta Insurgente. Instaló en Chilpancingo, el 14 de septiembre de 1813, el congreso de Anáhuac.

Pero no fue fácil ni la organización ni sostener la lucha, ya que aunque España estuvo debilitada políticamente, los conflictos entre los insurgentes surgieron al elegir el tipo de gobierno que debía tener la nueva nación. Entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero había la tentación de instaurar un gobierno monárquico, además de una sola religión: la católica. Para que México pudiera gozar de un gobierno republicano todavía habría de pasar mucho tiempo, sin embargo, el término de la independencia está representado cuando Guerrero e Iturbide establecen las Tres garantías: unión, independencia y religión, en 1821 después de lo cual el representante de España don Juan O´Donojú reconoció finalmente la independencia del país el 24 de agosto en los Tratados de Córdoba.